Xóchitl va en picada ante la opinión pública, sin que nadie en la oposición haga algo por revertirlo. Los partidos políticos de oposición después de nombrarla coordinadora han desaparecido. Los ciudadanos que la apoyan decidieron atrincherarse en sus grupos endogámicos, sin enfrentar los ataques a Xóchitl, estrategia que ha permitido dejar el campo de batalla por la opinión pública en manos del presidente y su aparato de propaganda.
De repente la pre campaña que no es precampaña de Xóchitl dejó de tener combustible. Literalmente se detuvo. Los partidos de oposición están interesados en buscar la distribución de diputaciones y senadurías, olvidando que todos van en el mismo barco.
Por el otro lado, los ciudadanos piensan que pueden hacer ganar a Xóchitl sin moverse fuera de su área de confort, y sin el apoyo de los partidos de oposición. Divorcio total, sin la mínima visión de estrategia.
Hoy los negativos de Xóchitl superan a los positivos en dos puntos porcentuales, cuando hace unos meses no tenía ni unos ni otros. Esto significa que la batalla por la calle solo tiene un contendiente. Algún genio del equipo de Claudia tuvo la idea de proponer a los xochitlovers no discutir en las redes sociales, no discutir en los cafés, no discutir en ningún lado con los simpatizantes de morena, y eso dio el resultado de que los negativos de Xóchitl ante la opinión pública superan a los positivos.
Los partidos políticos no están moviendo un dedo en la organización de la campaña por la presidencia. Mientras todos sabemos quiénes están en el cuarto de guerra de Claudia, en el caso de Xóchitl sabemos que Creel podía ser su coordinador de campaña (malísimo, por cierto), pero el buen Santiago anda de vacaciones en Europa. Tal parece que no hay prisa. Como si la elección se fuera a llevar a cabo dentro de cinco años.
En los estados, los partidos políticos de oposición siguen manteniendo los intereses de los caciques locales. Apenas en Veracruz un destacado panista de apellido Cambranis, que controla aproximadamente el 30% del comité directivo estatal, realizó una conferencia de prensa con bombo y platillo, para informar que la alianza opositora no era un hecho en Veracruz. Lo cual en medios políticos se entendió en el sentido de que están abiertas las negociaciones y escuchará ofertas.
La mayor parte de los xochitlovers están en la ciudad de México. Entre ellos se comparten información, entre ellos se invitan todos los días a votar por Xóchitl. Entre ellos se invitan a actualizar la credencial de elector, y entre ellos descalifican todas las encuestas que no dan a Xóchitl como ganadora.
Negarse a ver la realidad no ayuda a ganar ninguna batalla en la vida, y menos una elección.
Hoy por hoy, a nivel nacional, las personas que jamás votarían por Xóchitl superan en un 300% a ese 12% que afirma jamás votaría por Claudia. Si hoy fueran las elecciones entre el 53 y el 63% de los electores votarían por morena. Son datos innegables. Son cifras que pueden revertirse si hubiera interés y compromiso en revertirlas.
Pero ese interés brilla por su ausencia. Desde la actitud de la propia Xóchitl que intenta controlar hasta el mínimo detalle de su campaña, pasando por el abandono de los partidos políticos y terminando con la abdicación de los xochitlovers de convencer a los indecisos por todos los medios posibles, así como defender a Xóchitl de los ataques del gobierno.
Las elecciones se ganan voto por voto. Si a los ciudadanos no les importa que harán los partidos en su reparto de candidaturas, entonces no acaban de entender que un buen candidato suma votos a la coalición opositora, y un mal candidato le resta votos.
Si los ciudadanos se niegan a discutir con los amlovers, alegando que no los van a convencer, están permitiendo que esos mismos amlovers convenzan con sus argumentos ciertos o falsos a los ciudadanos sin partido, para que voten por morena y sus candidatos.
Si los partidos políticos de oposición, están más interesados en el reparto y negocio que representan las candidaturas en juego, y se desentienden de la campaña presidencial, van a terminar perdiendo la ¨grande¨ y muchas ¨ pequeñas¨. Pero se entiende que en muchos casos, los grupos en el poder sólo están interesados en lograr sus plurinominales y la jefatura de sus bancadas, pues eso genera mucho dinero en las negociaciones de votaciones importantes.
La realidad de lo que sucede en México está muy alejada de lo que se piensa en grupos y chats donde todo es amor y triunfo para Xóchitl, cuando ella todos los días pierde terreno ante la falta de estrategia y apatía de quienes desean que llegue al poder.
Están a tiempo de rectificar, o pueden continuar celebrando triunfalmente hasta el día 2 de junio de 2024 cuando la realidad se imponga. Los que saben de elecciones están seguros de que se le puede ganar a morena, sólo que no será posible si se sigue actuando como hasta el día de hoy.
elbaldondecobian@gmail.com @jmcmex