En muchos lugares del planeta, el primero de mayo se festeja el día del trabajo. Pero en Francia existe una segunda tradición muy bella y perfumada.



En esta fecha es común regalar ramitos de lirios del valle, cuyas diminutas flores blancas en forma de campanita anuncian el regreso de la primavera.



Consideradas además como de buena suerte, estos ramos de lirios se encuentran a la venta tanto en los mercados como en las calles y son exclusivos de principios de mayo.