Orizaba, Ver.- La Laguna de Chirimoyo, un humedal ubicado al norte de la ciudad de Orizaba, enfrenta una grave crisis ambiental debido a la contaminación generada por el vertido de aguas negras y basura, lo que ha provocado afectaciones a la flora, fauna y la salud de los vecinos de la zona por lo cual es urgente que los Ayuntamientos de Orizaba y Mariano Escobedo lleguen a acuerdos que atiendan esta situación, consideraron vecinos y afectados de la zona.
Sobre el tema Laura Bonilla, coordinadora voluntaria del Programa de Áreas Urbanas de Orizaba, dependiente de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), alertó sobre la urgencia de remediar esta situación, que ha sido ignorada por años, pues en el pasado, la laguna, fue utilizada como vertedero de basura y aunque el problema se atendió, en octubre del año pasado se inició con el problema ante la conexión de un drenaje de aguas negras proveniente del municipio de Mariano Escobedo, el cual desemboca en un arroyo que llega hasta la laguna.
Desde esa fecha los vecinos han reportado un olor fétido persistente, que se ha intensificado con el tiempo. “Pensamos que era temporal, pero ese drenaje no solo proviene de una granja porcina, sino de todo el sistema de drenaje de Mariano Escobedo”, explicó Bonilla.
Detalló que también se tiene la proliferación de lirio acuático de manera invasiva, lo que ha alterado el ecosistema y causado la muerte de varias especies que no lograron adaptarse a las nuevas condiciones, reportando ya algunos vecinos de la zona afectaciones a su salud, especialmente en niños, quienes presentan problemas cutáneos, enfermedades estomacales y náuseas debido al olor y la contaminación. “Creemos que la remediación tiene que ser más rápida, pero el principal problema es que el drenaje no se detiene”, señaló Bonilla.
Agregó que la descomposición de materia orgánica ha generado biogás, lo que representa un riesgo para la salud respiratoria de los habitantes. “Si no resolvemos el asunto del drenaje, el problema persistirá”.
Recordó que desde el 2019 un grupo de especialistas voluntarios realizan actividades en esta zona, siendo este 15 de febrero el Cuarto Festival de las Aves de la Laguna de Chirimoyo, organizado por el Programa de Aves Urbanas de Orizaba cuyo objetivo es visibilizar la problemática ambiental y promover la conservación del humedal, presentando también la segunda edición de la guía fotográfica de las aves de Chirimoyo, resultado de años de monitoreo y trabajo comunitario.
Añadió que, a pesar de la contaminación, las aves han logrado adaptarse, aunque su alimentación se basa en condiciones poco dignas para el ecosistema. “El humedal tiene un potencial muy alto, pero necesitamos que todos nos pongamos de acuerdo para salvarlo”, destacó Bonilla.
De igual forma el biólogo Luis Andrade Cortés, aseguró que la solución inmediata debe incluir la limpieza del sitio, la remoción del lirio y la instalación de filtros artesanales para mitigar la contaminación. “El lirio puede ser un aliado si se maneja adecuadamente”, explicó Bonilla, quien destacó que los vecinos han donado materiales y participado activamente en estas iniciativas.
Andrade Cortés advirtió que, durante la temporada de sequía, la evaporación de las aguas negras aumentará la contaminación y el mal olor, afectando a más habitantes. “Lo más adecuado es retirar el lirio y atender el drenaje de manera integral”, afirmó.
Finalmente dijeron no que, aunque ya se han mantenido pláticas con las autoridades, es urgente una respuesta más rápida y efectiva. “Esperamos que los ayuntamientos involucrados se pongan de acuerdo para destinar los recursos necesarios, finalizaron.