Orizaba, Ver.- La aplicación de la vacuna contra el COVID-19 al magisterio, no garantiza que las escuelas tengan un ambiente libre de un posible contagio, sobre todo porque los profesores no son los únicos que interactúan en un plantel escolar, ya que los menores podrían ser portadores asintomáticos del virus y llevarlo a sus casas de la escuela, o al revés, y enfermar a sus padres, a sus abuelos o a otras personas con las que interactúen, informó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.

“En el ambiente escolástico no son los profesores los únicos que interactúan tan sólo a nivel de organización escolar, sabemos que se cuenta con personal administrativo, con secretarios, con personal de intendencia, con profesores que algunas ocasiones no están en la nómina, pero pues también imparten talleres artísticos o deportivos y esto aparte debe de incluir a los estudiantes niños, adolescentes, jóvenes que podrían ser en un momento portadores asintomáticos del virus”, dijo.

Afirmó que si bien es cierto que se pueden tener estrategias de participación escalonada o un regreso a clases hibrido, no es solamente la vacunación a los profesores lo que garantiza que se encuentre un ambiente exento de la posibilidad del contagio con todo lo que esto conlleva.

“La prudencia sería necesaria para pues también ir dejando avanzar la vacunación y dejando que la población también vaya creando unas barreras inmunológicas y bueno a esto, hay que sumarle que el semáforo parece ser que no ha sido tan responsable puesto que, causa suspicacia que se active en tiempo vacacional y se marque un semáforo verde y luego pues nuevamente se regrese”.

En este sentido, consideró que sería prudente dejar avanzar la vacunación a la población y que ésta vaya creando sus barreras inmunológicas y a esto hay que sumarle que el semáforo parece que ser que no ha tenido