Ixtaczoquitlán, Ver.- Habitantes de la calle Nevado de Toluca, en el fraccionamiento Valle Alegre, denunciaron que las obras realizadas por la constructora Casas Carpín representan un riesgo inminente para más de 17 familias, debido a una excavación profunda y el uso de maquinaria pesada a escasos metros de sus viviendas.
Los vecinos explicaron que los problemas comenzaron cuando se inició la nueva etapa del desarrollo habitacional, pues la empresa decidió abrir un desagüe pluvial detrás de las casas, en una zona que colinda con el parque conocido por los habitantes de Potrerillo Pueblo 1, 2 y 3 el cual se encuentra destruido.
Los vecinos expusieron que Casas Carpín pretende abrir una zanja de más de metro y medio de profundidad justo detrás de las viviendas, pese a las advertencias de ingenieros en construcción que señalan fallas graves en el proyecto y riesgos directos para la estabilidad de las estructuras.
La preocupación es aún mayor porque la empresa intentó ingresar maquinaria de aproximadamente 15 toneladas a tan solo dos metros de los muros traseros de las casas, provocando vibraciones que ya han causado daños en las viviendas que ya presentan humedad, salitre y grietas recientes, especialmente después de las fuertes lluvias que han generado incluso niveles de agua superiores a 60 centímetros en la zona posterior de los lotes.
“Mi miedo es claro, la seguridad de mi familia. No queremos escándalos, solo que analicen lo que están haciendo. Estamos en riesgo y nadie puede garantizar que nuestras casas soporten esto”, dijo la vecina al denunciar que sus llamados buscan evitar una tragedia.
Además, cuestionaron el diseño del colector pluvial que se pretende instalar, el cual consideran insuficiente para la cantidad de agua que baja desde la zona alta, pues si la zanja falla o se revienta, podría ampliarse de forma descontrolada y arrastrar tierra y estructuras, afectando las viviendas ubicadas en la parte baja.
Aunque la constructora ha realizado algunas reparaciones parciales en bardas afectadas, los vecinos insisten en que no permitirán que los trabajos continúen con maquinaria pesada, pues podría comprometer la estructura de las viviendas, obligando incluso a desalojos en un futuro.





















