*Y… ¿A quién creerle?
*Levantar las varas
* Dominante inseguridad
Resultó impredecible para los más atinados especialistas en el renglón industrial, que como resultados colaterales de la pandemia, mismos que originaron el disparo en la adquisición de equipos computacionales, en prácticamente todo los espacios de la actividad productividad, como lo fueron los renglones médicos, comerciales, industriales, informativos e incluso educativos, escenarios que adquirieron dimensiones inesperadas, de tal forma que la industria de la cibernética descuidó la producción de semiconductores, tradicionalmente requeridos en diversos sectores de la producción industrial de elevada importancia para la economía mundial, tal como lo son “chips”, mismos que resultan indispensables e insustituibles, para la producción de vehículos de sobresaliente demanda entre los adquirientes, como lo son las marcas Nissan, Ford, General Motors, KIA, factorías automotrices a las que se les han reducido su capacidad de producción, precisamente porque no disponen de los implementos cibernéticos que se requieren, para producir las suficientes unidades que regularmente les solicitan sus clientes.
Es obligado referir que el tema siembra preocupación, porque precisamente la producción de vehículos, constituye tanto desde el punto de vista comercial como desde los numerosos solicitantes de unidades nuevas, una de las áreas destacadas en dimensiones mundiales para la actividad económica, tanto así que la reducción en ventas origina decrecimiento en el ingreso no sólo de productores y empresarios del ramo, sino de la misma forma en lo relativo a la captación de impuestos, escenarios que al ser negativos, a quien mayormente lastiman es al sector laboral, dado que la industria en referencia y su presencia en la actividad comercial, son de rangos elevados prácticamente en todos los continentes, por lo que si es menor producción, todos pierden, sumando en ello la reducción en ingresos al Fisco.
Se escuchan opiniones en las que se expone, el que de inmediato deberían buscarse alternativas para que la industria automotriz disponga de los productos tecnológicos que requiere, como los “chips” cuya reducción productiva se registra en espacios computacionales, precisamente ante el avance de la cibernética en centros hospitales, espacios escolares y hogares, como resultado de los efectos pandémicos…
¿Quién se lo hubiera imaginado?
Lo que se lee
Es incuestionable que los grupos de oposición en desacuerdo con las políticas del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, podrían en su interior referir no sólo disgusto, sino que al mismo tiempo se les presenta un escalón más hacia sus objetivos opositores, si tal como lo ha referido el Presidente, decide “impugnar la decisión judicial” en la que se ordena al sector salud del país, modificar el Plan Nacional de Vacunación contra Covit-19, como una medida para incluir en dicho programa de Salud Pública a los adolescentes.
El Presidente sostiene sus argumentaciones tratando de fundamentar su oposición “en que no existe una recomendación médica cimentada, para que los menores pudieran (sin riesgos a su salud) ser vacunados contra el nuevo coronavirus”…
“Tenemos que esperarnos” dijo el mandatario de la Nación, argumentando que hasta la fecha no existe un dictamen de los médicos especializados en el tema, que en el entorno mundial acepten como correcto y sin efectos dañinos para los menores, como resulta de haber sido vacunados.
Mientras tanto, apenas hace unas horas el Partido Revolucionario Institucional, refirió que es realmente creciente el número de contagios entre los niños y adolescentes mexicanos, sumándose con ello a las exigencias para que el Gobierno proceda a la vacunación de dicho sector, mismo sobre el que se refiere que se encuentra en estado de indefensión, frente a la mortal agresión pandémica… Y… ¿A quién creerle?
Lo que se ve
Lo que es verdad (y que no se contradiga “difundiendo que es mentira”) es que en Veracruz se ha registrado un milagro que “debiera ser reconocido por espacios religiosos”… Porque no se puede calificar de otra forma que, de la noche a la mañana, en amplias regiones veracruzanas (para no decir que prácticamente en todo el Estado) el día de ayer se reconfirmó que ya no existe ningún municipio en rangos pandémicos que requiera de tonalidades rojas, anunciando casi con ciertos rangos de disimulo, que los veracruzanos hemos logrado transitar (en unas horas) de “riesgo máximo a riesgo medio”, sin siquiera mantenernos un minuto en el nivel intermedio, olvidándonos que existe el “riesgo alto”, hecho que por sí sólo pareciera como la referencia de un espacio milagroso, pero que también podría ser una maniobra de rangos financieros y políticos, por vial de la cual se busca reactivar con mayor énfasis la economía, dado que en ése renglón también registramos tropezones de “riesgo máximo”
En fin, arribamos a tiempos de levantar las varas pese a que “los cuetes” siguen estallando.
Lo que se oye
Le sugiero con todo respeto a la diversidad de opinión, el que Usted amable lector, se introduzca en los espacios de cifras delictivas que se registran en tierras veracruzanas, datos en los cuales advertirá que efectivamente, los números que la propia Universidad Veracruzana (institución competente y confiable) nos dan a conocer, por sí solas demuestran la ineficacia en materia de seguridad, tanto así que de 432 mujeres desaparecidas en municipios de tierras veracruzanas, sólo 242 fueron localizadas, lo que apunta sobre escenarios terroríficos por los que transitamos en municipios jarochos, hechos que obviamente podrían acreditar que en materia de seguridad no vamos nada bien, lo que es un panorama semejante en muchas regiones del territorio nacional.
¿Hasta cuándo?… Ahí la dejamos y buen inicio de semana.