Jennie Stejna, oriunda de Polonia, fue diagnosticada con coronavirus en el hogar geriátrico donde reside, en Massachusetts, Estados Unidos.
Aislada en su habitación empezó a empeorar con los días y sin entender qué es el COVID-19 sabía que algo estaba muy mal.
La anciana, con 2 hijos, 3 nietos, 4 bisnietos y 3 tataranietos, ya había sido despedida por su familia, que decía que estaba lista para ir al cielo.
Pero la sorpresa llegó tres semanas después de que la anciana batallara con la enfermedad. La mujer se recuperó y quiso celebrar su victoria con algo refrescante y que siempre le gustó: una cerveza bien fría.
Nadie dudó en cumplir su deseo y a la salud de todos bebió su botella, despacio y con la tranquilidad de vencer a un enemigo que no logró comprender.