Las diputadas y diputados de la LXV Legislatura de Veracruz, en voz del presidente del H. Congreso del Estado, diputado José Manuel Pozos Castro, celebraron la sesión solemne con motivo del 106 aniversario luctuoso (7 de octubre) del senador chiapaneco Belisario Domínguez Palencia.
En la sesión y con la presencia de diputadas y diputados de diversas fuerzas políticas representadas en este Congreso, el legislador Pozos Castro fue el encargado de leer el discurso histórico del Senador.
Durante su alocución, el senador exhortó a sus compañeros a reflexionar y actuar en contra del mal gobierno de su tiempo. Asimismo, pidió que el pueblo mexicano conociera ese discurso y, al no disponer de ninguna imprenta, recomendó a todo aquel que lo leyera que sacara cinco o más copias para distribuirlo a los amigos y conocidos de la capital y de los estados.
En la sala de sesiones Venustiano Carranza, el diputado José Manuel Pozos leyó el texto y –conforme al contenido del mismo- manifestó: “señores Senadores: todos vosotros habéis leído con profundo interés el informe presentado por Don Victoriano Huerta ante el Congreso de la Unión el 16 del presente”.
“Indudablemente, Señores Senadores, lo mismo que a mí, os ha llenado de indignación el cúmulo de falsedades que encierra ese documento. ¿A quién se pretende engañar, señores? ¿Al Congreso de la Unión? No, señores, todos sus miembros son hombres ilustrados que se ocupan de política, que están al corriente de los sucesos del país y que no pueden ser engañados sobre el particular.
“Se pretende engañar a la nación mexicana, a esta patria que confiando en vuestra honradez y vuestro valor, ha puesto en vuestras manos sus más caros intereses. ¿Qué debe hacer en este caso la representación nacional?, corresponder a la confianza con que la patria la ha honrado, decirle la verdad y no dejarla caer en el abismo que se abre a sus pies”.
El legislador Pozos Castro continuó con el discurso, que dicta: “la verdad es esta: durante el gobierno de Don Victoriano Huerta, no solamente no se ha hecho nada en bien de la pacificación del país, sino que la situación actual de la República, es infinitamente peor que antes.
“La Revolución se ha extendido en casi todos los Estados; muchas naciones, antes buenas amigas de México, rehúsanse a reconocer su gobierno, por ilegal; nuestra moneda encuéntrase despreciada en el extranjero; nuestro crédito en agonía; la prensa entera de la República amordazada, o cobardemente vendida al gobierno y ocultando sistemáticamente la verdad; nuestros campos abandonados, muchos pueblos arrasados y por último, el hambre y la miseria en todas sus formas, amenazan extenderse rápidamente en toda la superficie de nuestra infortunada patria.
“Nuestros campos abandonados, muchos pueblos arrasados y, por último, el hambre y la miseria en todas sus formas, amenazan extenderse rápidamente en toda la superficie de nuestra infortunada patria.
“El pueblo mexicano no puede resignarse a tener por presidente de la República a don Victoriano Huerta, al soldado que se apoderó del poder por medio de la traición y cuyo primer acto al subir a la Presidencia fue asesinar cobardemente al Presidente y Vicepresidente legalmente ungidos por el voto popular”.
Al continuar con la lectura, indicó: “la Patria os exige que cumpláis con vuestro deber, aún con el peligro y aún con la seguridad de perder la existencia.
“El mundo está pendiente de vosotros, señores miembros del Congreso Nacional Mexicano, y la Patria espera que la honraréis ante el mundo, evitándole la vergüenza de tener por primer mandatario a un traidor y asesino”, concluyó el diputado Pozos Castro.
La noche del 7 de octubre de 1913, el senador Belisario Domínguez fue sacado de su habitación en un hotel y conducido al cementerio de Xoco, en Coyoacán, donde fue martirizado y asesinado cruelmente.
Sus verdugos, Gilberto Márquez, Alberto Quiroz, José Hernández Ramírez y Gabriel Huerta, sepultaron el cadáver y, hasta después de varias pesquisas de los senadores y los parientes y amigos del legislador, fue descubierta la verdad de los hechos.
Al finalizar la lectura del discurso histórico, diputadas, diputados y asistentes a la sesión, guardaron un minuto de silencio en memoria del Senador.
Vida y obra de Belisario Domínguez Palencia
Nació en Comitán, Chiapas, el 25 de abril de 1863. Hizo sus primeros estudios en la escuela particular del profesor Francisco Gutiérrez, en su ciudad natal.
Cursó la preparatoria en el Instituto Literario y Científico del Estado, en San Cristóbal de las Casas. De 1879 a 1889 cursó en París sus estudios profesionales.
El 17 de julio recibió su título de Médico Cirujano y Partero, y regresó a México. El 26 de febrero de 1890 llegó a Veracruz y luego instaló su consultorio en Comitán.
Con grandes ideas filantrópicas, de servicio social y deseos de servir a los más pobres, emprendió largos viajes para llegar hasta las zonas marginadas.
Fundó el periódico El Vate, donde publicó artículos contra el presidente Porfirio Díaz y el gobernador porfirista de su entidad, Rafael Pimentel.
Digno correligionario de los hermanos Flores Magón, Librado Rivera, Alfonso Cravioto y Antonio Díaz Soto Gama, Belisario Domínguez se distinguió por la solidez de sus argumentos y la valentía con que los defendió.