En la reciente Feria del Libro de Guadalajara, Eduardo Backhoff Escudero, presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa, A.C., presentó el libro Al borde del Abismo de Gilberto Guevara Niebla, investigador y experto en tema educativos. En el capítulo dedicado a los resultados de aprendizaje que el país ha obtenido en los estudios nacionales e internacionales, se menciona la importancia de aplicar constantes y validadas investigaciones para conocer qué tanto aprenden los estudiantes, qué tanto el país va mejorando año tras año, comparar estos resultados con los que obtienen otros países similares y aprender lo pertinente de lo que hacen otras naciones que sí se preocupan por la educación.
En lo que va del siglo XXI, México fue parte de 11 estudios internacionales y coordinó 13 estudios nacionales, desde las pruebas ENLACE, pasando por la prueba PLANEA del desaparecido Instituto Nacional de Evaluación Educativa, hasta las evaluaciones internacionales de PISA. En todos, los resultados han sido preocupantes. Por ejemplo, la prueba PISA revela que el 45 % de los estudiantes de 15 años no logran comprender lo que leen; en matemáticas, 2 de cada 3 alumnos no adquieren las competencias esenciales. «En general, los resultados obtenidos por los escolares mexicanos en estos estudios indican que el país ha sido incapaz de garantizar que una gran mayoría adquiera aprendizajes básicos, que les permitan seguir aprendiendo. Es verdad que una evaluación no cambia por sí misma la calidad de la educación de un país, pero sí la visibiliza; condición que ayuda a mejorar la transparencia, la rendición de cuentas y el diseño de políticas públicas» (https://www.eluniversal.com.mx/opinion/13/12/2024).
Ahora, con el anuncio de que la SEP meterá de lleno las manos en el bachillerato, en el que se pretende aplicar el mismo sistema, la misma metodología y la misma ideología que en la educación básica, la preocupación aumenta. Da la impresión de que los magros resultados obtenidos en la Nueva Escuela Mexicana serán exportados a la educación media superior en donde ya, desde agosto del año pasado, se publicaron el plan de estudios y los contenidos de los programas, con limitadas innovaciones y abundantes deficiencias.
«Ese momento, tan único como valioso, señala el maestro Abelardo Carro Nava, en el que el docente se encuentra frente a grupo, es algo que en las oficinas de la SEP jamás se va a comprender porque, como parece obvio, jamás escucharán (aunque pueden hacerlo) a un alumno expresar que se siente mal porque ayer murió un familiar a causa de la violencia que se vive en su comunidad o, tal vez, que este alumno necesita trabajar porque el dinero ya no alcanza en casa aun y cuando papá y mamá hagan lo posible por brindarle lo necesario, ya no digamos lo básico (https://profelandia.com/mario-esta-de-pasada/Ene 4, 2025)
Las conclusiones son, en general, las mismas de los investigadores de la educación y de los maestros en activo: «Esta brecha entre la mirada de la SEP y de lo que sucede en las escuelas es un tema que, probablemente, no sea de interés de propios y extraños, sin embargo, pienso que tiene que visibilizarse, porque, independientemente de quien nos gobierne, algo está sucediendo en las escuelas y no se está entendiendo y atendiendo como debiera. ¿Le entrará el gobierno? No lo creo, Mario Delgado está de pasada. Al tiempo», anota el maestro Corro Nava. Por su parte, el presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa sentencia: Ahora, la desaparición de la Comisión MEJOREDU y el CONEVAL «nos hace suponer que México no participará en PISA-2025 y que la SEP no se autoevaluará ni hará público sus resultados. Pareciera que México regresa a una época obscura, donde se toman decisiones en ausencia de evidencias, lo que resulta paradójico para una presidenta conocedora del valor que tiene la información científica».
Allá, a lo lejos, muchos maestros luchan en las aulas por hacer lo que pueden, y lo que los dejan hacer.
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