Construido al pie de la montaña, el pueblo griego de Kritsá está indicado en todas las guías turísticas, pues se localiza en un sector con múltiples atracciones para el visitante.
El sitio antiguo de Lato se encuentra a sólo dos kilómetros de Kritsá, por lo que esta comuna es un lugar ideal para comer al medio día después de visitar el sitio arqueológico.
Sus restaurantes ofrecen una cocina mediterránea sencilla, pero deliciosa y sobre todo muy saludable. Una vez terminada la comida es un gusto pasearse por el pueblo, disfrutar de sus bellas fachadas blancas adornadas con flores multicolores y hacer compras de productos tradicionales en sus lindas tiendas.